16 Ene 2024

Preocupa a industriales rafaelinos que el Gobierno no dé señales de previsibilidad

Dirigentes industriales del CCIRR dialogaron sobre la situación del sector productivo. Durante el encuentro, se repasó el desempeño del sector en 2023 y se analizaron las perspectivas para el nuevo año, en un contexto que se muestra complejo e incierto.

«El aumento de la presión tributaria, el encarecimiento de los costos de insumos y materias primas, las restricciones a las importaciones, las falta de crédito competitivo para inversión que se registró fundamentalmente en el segundo semestre, la volatilidad cambiaria y la falta de previsibilidad que hubo en el ámbito político por el contexto electoral» perjudicaron sustancialmente la actividad de la industria, en tanto que «el nuevo proceso político y económico aún no brinda señales de previsibilidad» por lo que de persistir los problemas mencionados y en el marco de una pronunciada caída del consumo en los próximos meses habrá «una mayor presión sobre los niveles de actividad, inversión y empleo». Palabras más, palabras menos, el 2023 no fue bueno y el 2024 puede empeorar.
Estas fueron las principales conclusiones de una mesa redonda en la que participaron los principales directivos y referentes de la Comisión de Industrias del Centro Comercial e Industrial de Rafaela y la Región (CCIRR). El objetivo de la convocatoria efectuada por el titular de la gremial empresaria, Mauricio Rizzotto, fue analizar la performance del sector manufacturero «que viene de transitar un 2023 sumamente complejo, en el cual se fueron acumulando serias distorsiones macroeconómicas que afectaron negativamente la dinámica productiva».
«El nuevo proceso político y económico aún no brinda señales de previsibilidad, y  de persistir los mencionados problemas, en el marco de una caída fuerte del consumo, en los próximos meses se percibirá una mayor presión sobre los niveles de actividad, inversión y empleo», subrayó la entidad en un documento difundido ayer por la tarde en el que reclamaron «la puesta en marcha de una política industrial con una mirada integral y de largo plazo».
De todos modos, resaltó que «las diferentes medidas adoptadas por el Gobierno nacional generan una expectativa de mediano plazo favorable, ya que pueden contribuir a resolver los problemas macroeconómicos recurrentes (restricción externa, brecha cambiaria, elevada inflación, desequilibrio fiscal e incremento de la presión tributaria al sector formal), los cuales limitan el proceso de desarrollo sostenido y condicionan el desempeño industrial».
El CCIRR consideró que el «desarrollo sostenido» registrado en los últimos años «debería potenciarse a partir de la puesta en marcha de una política industrial con una mirada integral y de largo plazo, que permita la consolidación de una industria sólida y sustentable, logrando así el crecimiento tan anhelado por todos».
En términos generales, hubo coincidencia respecto de la importancia de avanzar hacia políticas que promuevan la revalorización del sector privado, la inversión productiva y la generación de empleo privado a partir del entendimiento de las nuevas realidades laborales, de un sistema tributario equitativo, previsible y progresivo, y del diseño de un Estado más eficiente, con procesos menos burocráticos y más transparentes.
En otras palabras, el CCIRR mostró su aprobación a los cambios impulsados por el presidente, Javier Milei, a la legislación laboral -que hoy se debate en el Congreso y también en la esfera judicial-, a la reforma impositiva que reduzca la presión fiscal sobre el sector privado y a un Estado eficiente y menos costoso. De esta manera se diferenció de la CGT Regional Rafaela que planteó también en un documento el firme rechazo a la reforma laboral dispuesta por el Gobierno nacional a través de un DNU.
En esa «mesa redonda», Rizzotto estuvo acompañado por Guillermo Bernasconi, Fernando Vaquero, Graciela Acastello, Edmundo López, Adolfo Hartmann, Andrés Ferrero, Maximiliano Pignatta, Esteban Pivetta, Leandro Basso, Juan Pablo Frund, Ernesto Frautschi, Cristian Delbino, Iván Acosta, Juan Elz, Germán Bürcher, Mariana Pérez y Mauro Soffietti. Como el país se ha transformado en el escenario de un gran debate más allá de lo que sucede en el Congreso, la entidad también quiso sentar su posición respecto a la importante cantidad de cambios que impulsa el Gobierno nacional.
En el análisis particular de algunas de las medidas, hubo reparos en cuanto a las retenciones de las exportaciones industriales, al aumento del impuesto PAIS a las importaciones (más allá de que no estarán alcanzadas por el tributo ciertas importaciones de insumos destinados a la fabricación de productos exportables), al esquema de pago escalonado de nuevas importaciones y a la eliminación total de las licencias no automáticas (sin que haya un análisis previo de aquellas posiciones arancelarias que requieren algún tipo de revisión particular), ya que la combinación de estos factores impactará en forma negativa sobre la generación de divisas, el desarrollo de las cadenas productivas de valor, el crecimiento de la inversión privada, el empleo y la recaudación fiscal futura.
En el mismo eje relacionado al comercio internacional, el CCIRR planteó la necesidad de que se brinde una alternativa para que las micro, pequeñas y medianas empresas puedan hacer frente a la deuda comercial por importaciones, ya que los Bonos Para la Reconstrucción de una Argentina Libre (BOPREAL) no resultan adecuadas para este tipo de organizaciones. Al respecto, se indicó que, de los 21 mil millones de dólares registrados en el Padrón de Deuda Comercial por Importaciones con Proveedores del Exterior, sólo USD 2.500 millones corresponden a empresas medianas y USD 2.000 millones a micro y pequeñas, por lo que sería viable establecer un mecanismo especial para este segmento.
En este marco, la gremial empresaria rafaelina pidió por una inserción inteligente de Argentina en el mundo y la facilitación del comercio internacional deben ser pilares fundamentales para la recuperación económica de nuestro país, lo que requiere establecer reglas de juego claras y permanentes que promuevan las exportaciones con valor agregado y no las penalicen (resulta inviable potenciar las exportaciones si se adoptan medidas que incrementan la presión tributaria sobre el sector formal de la economía).

PROMOCIÓN DE LAS
INVERSIONES
En otro orden, el CCIRR indicó que es necesario diseñar un esquema de promoción de inversiones más amplio que contemple proyectos de otra envergadura, y en especial a las pymes, que fueron, son y serán un actor ineludible en el diseño de cualquier política pública en nuestro país (en la llamada Ley Ómnibus sólo se impulsa un Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones, con beneficios fiscales, legales y cambiarios para grandes proyectos).
Finalmente, los industriales rafaelinos expresaron que es positivo que se promueva el debate político de una agenda de desarrollo productivo en el seno del Congreso de la Nación, ya que «el empuje, la capacidad innovadora y el talento de miles y miles de argentinos y argentinas lanzados a emprender actividades productivas debe ser aprovechado en plenitud». «El camino más eficaz para generar empleos e ingresos y reducir la pobreza es la movilización plena de las energías del sector privado, es decir, permitir y estimular tanto a individuos como a pequeñas, medianas y grandes empresas a emprender, a desarrollar nuevos proyectos, a invertir, a innovar y a conquistar mercados externos», concluyó.

Fuente: LA OPINIÓN