La industria produce al 56,2% de su capacidad
La industria automotriz tuvo un nivel de actividad de apenas 15,7% y la textil 31,4%. El sector metalmecánico también tuvo un magro uso de su capacidad instalada (38,4%).
De los doce sectores manufactureros, casi la mitad utilizó menos de la mitad de sus instalaciones, donde sobresale la caída de la industria automotriz que tuvo un nivel de actividad de apenas 15,7% y los textiles, con sólo 31,4%. Los otros dos rubros que en enero tuvieron registros inferiores al promedio general fueron metalmecánica, con 38,4%; y productos de caucho y plástico, con 48,4%.
Por su parte, productos del tabaco (83,9%), refinación del petróleo (76,6%) e industrias metálicas básicas (71,7%), mostraron el mayor nivel de utilización.
También registraron elevados niveles de utilización: sustancias y productos químicos (68,9%), papel y cartón (67,4%), productos alimenticios y bebidas (57,5%), productos minerales no metálicos (57,1%) y edición e impresión (56,7%).
El bloque de alimentos y bebidas registra un nivel de utilización de la capacidad instalada de 57,5% en enero inferior al de igual mes de 2018 (62,7%).
«El menor nivel de utilización del bloque se explica principalmente por la baja registrada en la elaboración de bebidas gaseosas, aguas y sodas, productos lácteos y en la molienda de oleaginosas», indicó el organismo.
En enero, el bloque de productos textiles presenta un nivel de utilización de la capacidad instalada de 31,4%, inferior al registrado en el mismo mes de 2018 (57,2%).
El menor nivel de utilización del bloque se explica por la menor elaboración de hilados de algodón y de tejidos.
El equipo de economistas que conduce la diputada de Unidad Ciudadana Fernanda Vallejos atribuyó el declive de la producción industrial a la recesión que acumula nueve meses y en otros dos datos oficiales ligados al sector.
«Estos niveles escandalosos de capacidad instalada ociosa hablan de la destrucción de la demanda promovida por la política neoliberal: a la industria argentina el gobierno le destruyó el mercado, cuando le vació los bolsillos a los argentinos», afirmó la legisladora.
Agregó que «como una bola de nieve, en este escenario avanzan el desempleo y las suspensiones y, por consiguiente, se siguen deteriorando la capacidad de consumo y el mercado interno y las condiciones para nuestra industria son cada vez peores».
PYMES IMPULSAN
SEIS MEDIDAS
Industriales Pymes Argentinos (IPA) reclamó ayer al Gobierno la «urgente» implementación de «seis medidas» para reducir la inflación y afrontar la crisis recesiva que atraviesa el sector, y advirtió sobre el cierre de miles de pequeñas empresas.
Entre las medidas, la cámara empresarial pidió la «pesificación y congelamiento del precio de la energía por seis meses» y reclamó el «control de importaciones aplicando impuestos a los bienes de capital y consumo que tienen sustitución a través de la producción nacional».
La entidad consideró necesario el financiamiento productivo a tasa subsidiada para todas las pymes que generen valor agregado y pidió la «eliminación de las retenciones a las exportaciones para toda la industria».
Por otra parte, propuso «bajar el pago de los aportes patronales a todo el sector productivo, que hoy lo tienen algunos sectores aislados». También solicitó «declarar la emergencia fiscal para las pymes, a partir del proyecto presentado en el Congreso de la Nación para que sea votado por todos los legisladores ya que evitará el cierre de miles de pymes».
Los dirigentes empresariales señalaron que el paquete de medidas «deberá ser integrado por una política energética antiinflacionaria».
«Desde el IPA, que somos las pymes industriales, solicitamos una política de reactivación del mercado interno para darle mayor previsibilidad al sector industrial que es el principal motor de la economía. Para eso proponemos atacar en forma inmediata 6 ejes fundamentales que buscan desandar el camino de la inflación, la presión impositiva, la recesión, el desempleo y el cierre de pymes», señaló la entidad.
La dolarización de los costos energéticos se transformó en «un alimento para la inflación porque ante cualquier movimiento del dólar, a las pymes se le encarece toda su producción, y no se trata de un aumento preventivo sino que la compra dolarizada renueva los precios de manera automática con las pizarras de los bancos», se quejó el presidente del IPA, Daniel Rosato.