12 Dic 2019

El rafaelino Perotti juró como nuevo gobernador de Santa Fe

«Me costó llegar. El pueblo me enseñó a esperar y a seguir aprendiendo. Yo no abandono nunca», afirmó el gobernador rafaelino en el discurso que pronunció ante la Asamblea Legislativa en la que participaron el presidente Fernández y su familia. Pronunció severas críticas al gobierno anterior de Lifschitz, en especial por el déficit fiscal y la inseguridad. «Hay que cortar los vínculos con el delito. Es prioridad para vivir más seguro que el Estado vuelva con toda la fuerza donde nunca debió retirarse», disparó.

Omar Perotti asumió ayer como gobernador de Santa Fe tras prestar juramento ante la Asamblea Legislativa a las 19:23 en el marco de un acto en el que participó el presidente de la Nación, Alberto Fernández, y más tarde, recibir la banda y el bastón gubernamental por parte de su antecesor, Miguel Lifschitz, durante un acto realizado en un colmado Salón Blanco de la Casa de Gobierno. En esta ceremonia se destacaba la presencia de numerosos rafaelinos como invitados especiales, entre ellos el intendente, Luis Castellano, y el ministro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Ricardo Lorenzetti y por supuesto la familia del flamante mandatario santafesino, su esposa Viviana Albanesi y sus tres hijos en primera fila.
Perotti llegó a la Legislatura provincial a las 18:38 a bordo de una camioneta negra ocupando el asiento de acompañante. Una vez que el vehículo se detuvo, descendió y abrió la puerta de la parte posterior de la que se bajó su esposa mientras que del otro lado lo hizo la vicegobernadora, Alejandra Rodenas. De otro vehículo, en tanto, descendieron los tres hijos del gobernador que vestía un traje azul noche, corbata azul y camisa blanca.

Enseguida la fórmula que ganó las elecciones del 16 de junio se acercó a saludar a la militancia y a la prensa que estaba detrás de un vallado en lo que es la Plaza Italia, donde expresaron las primeras declaraciones. Después se dirigieron a las escalinatas de acceso al edifico legislativo donde fueron recibidos por los senadores Alcides Calvo, Felipe Michlig, Armando Traferri -quien se había plantado ante el propio Perotti en la transición y en particular en la discusión por el Presupuesto provincial 2020- y Lisandro Enrico. Y se quedaron en ese lugar para recibir al presidente Fernández y así ingresar a la Cámara de Diputados donde se reunió la Asamblea Legislativa.
El vicegobernador saliente, Carlos Fascendini, le tomó juramento en primer término a Alejandra Rodenas, quien automáticamente se hizo cargo de presidir la Asamblea y tomarle juramento a Perotti, quien juró «por Dios, la Patria, el Pueblo de Santa Fe y mi honor» mientras en primera fila escuchaban su esposa, Lorenzetti y el ex gobernador, Antonio Bonfatti entre otros.
Nerviosa y algo desorientada, a Rodenas se le mezclaron los papeles por lo que no sabía qué seguía en el orden del día de la ceremonia. «Se me han mezclado los papeles. Estamos todos muy emocionados. Me salgo del protocolo», alcanzó a decir la vicegobernadora a modo de pedido de comprensión.
El primero en hacer uso de la palabra fue Alberto Fernández, quien regaló elogios tanto para Lifschitz y Perotti generando un clima conciliador en el proceso de recambio de gobierno -ver página 8- que luego se rompería con un discurso sin anestesia por parte del nuevo gobernador mientras su antecesor lo miraba a un par de metros con el gesto adusto, al igual que Bonfatti.

«SOMOS UN GIGANTE HISTÓRICO»
El flamante gobernador de la provincia de Santa Fe, comenzó su discurso diciendo: «La gente nos eligió y nos da un mandato, nos encarga una tarea y mirará día a día si lo vamos cumpliendo. Le dijimos a los santafesinos que vamos a despertar al gigante, que es nuestra provincia. Cada etapa tiene su tarea y la nuestra es poner de pie a Santa Fe».
«Estamos inmersos en una profunda crisis económica y social a nivel nacional y en esa emergencia, los problemas que nos aguardan en Santa Fe son reales y graves. No será simple resolverlos, no será inmediato, pero lo que tienen que tener claro los santafesinos es que los vamos a resolver», planteó después.

«Me presento hoy humildemente, consciente de la tarea que nos aguarda. Agradecido por la confianza que el pueblo santafesino depositó en Alejandra y en mí. Me costó llegar. Fue una larga lucha. Hubo que sobreponerse a muchas adversidades, se necesitó mucha perseverancia. A veces se gana, a veces se aprende. El pueblo de Santa Fe me enseñó a esperar. Le dijimos a los santafesinos que vamos a despertar al gigante que es nuestra provincia», remarcó el nuevo gobernador.
Perotti describió un complejo panorama de Santa Fe al advertir que «la emergencia se expresa no solo en una mala situación fiscal, sino con niveles de pobreza que avergüenzan en el país y en la provincia». «Se manifiesta en el alto desempleo, donde algunas de nuestras regiones, han presentado indicadores que nunca creímos que podían volver. Y por ende en una alta demanda alimentaria, a eso se suma algo de lo que muchos hablamos, lo que consideramos una emergencia en seguridad», subrayó.
En este escenario, remarcó que «hay que ordenar a Santa Fe en todo sentido: en lo fiscal el mes de octubre el resultado financiero deficitario ascendía a $ 9.129 millones, como consecuencia que los gastos vienen creciendo en lo que va del año 9 puntos porcentuales más que los recursos». «Si comparamos enero-octubre 2018 con enero-octubre de 2019 el resultado fiscal de la provincia se deterioró un 316%, no observándose en ese período un deterioro de semejante magnitud en ninguna provincia argentina», detalló en tono crítico hacia la gestión de Lifschitz.
Perotti indicó que «todo se torna más complejo aún, teniendo en cuenta que encontraremos un elevado nivel de deuda flotante, hablando en criollo Gastos realizados y no pagados, como por ejemplo certificados de obras, pago a proveedores, contratos de servicios, gastos de funcionamiento» para luego comprometerse a «cuidar los recursos porque vamos a gastar con prudencia y a eliminar las sospechas y hacer nuestra tarea a la luz del día». Y si bien aclaró que «no vamos a utilizar el tema de la pesada herencia como suele decirse, nosotros sabemos que a las crisis no se las llora, a las crisis se las enfrenta y se las derrota» se despachó con un conjunto de cuestionamientos hacia los 12 años de gobiernos socialistas, principalmente por la política de seguridad.
«El pueblo santafesino si va a saber desde donde arrancamos, si va a saber cómo quedaron las cosas en esta provincia», expresó quizás en referencia al control que está haciendo la Auditoría General de la Nación sobre las cuentas santafesinas -el titular de este organismo, Oscar Lamberto, estaba presente-.
El tema inseguridad fue el eje central del discurso de un Perotti que tensó la cuerda con el ahora ex vicegobernador, Lifschitz, quien ahora preside la Cámara de Diputados y que seguramente hoy mismo salga a responder.
«Hablábamos de emergencia y decíamos, emergencia en seguridad. Sin orden no se pueden disfrutar las libertades. No se puede vivir en Paz sin un sistema de seguridad pública eficiente en la resolución de los conflictos sociales, las  violencias y los delitos que tiene lugar en la comunidad. Ello requiere, entre otras condiciones, de una policía adecuada a la legalidad democrática y eficiente en el cumplimiento de sus funciones de protección ciudadana», sostuvo Perotti en un tramo de los 23 minutos que habló.
«No hay posibilidad de afrontar de manera eficiente los desafíos que se nos presentan sin el compromiso mancomunado del poder ejecutivo, el poder legislativo, la justicia y la comunidad en su conjunto», dijo buscando comprometer al resto del Estado para luego deslizar cierta complicidad entre funcionarios que se fueron y policías con el delito. «El aumento y la expansión del delito en nuestra provincia durante los últimos tiempos, han puesto en tela de juicio el sistema de seguridad público santafesino. Ha existido una suerte de desgobierno político sobre los asuntos de la seguridad pública, lo que ha redundado en una marcada autonomía policial», puntualizó. «La policía provincial adolece de severas deficiencias institucionales en el cumplimiento de sus funciones de prevención delictiva y de investigación criminal. En gran medida, esas deficiencias derivan del deterioro en los derechos y las condiciones laborales de los y las trabajadoras policiales», consignó Perotti. «La policía se ha divorciado de la sociedad, y esta le ha perdido confianza», sentenció.
Según el gobernador, «la sociedad se ha replegado y se ha refugiado a los ámbitos privados, afrontando los riesgos con los medios a su alcance, no tenemos que perder de vista que las principales víctimas de los delitos son los pobres, los trabajadores, las personas de los estratos sociales que tienen menos protección del Estado y menos capacidad de protegerse a si mismos frente al crimen».
Y después fue al hueso al sostener que «el narcotráfico es un negocio que se ha expandido al amparo de la desidia y la ignominia estatal» y considerar que «el desdeño estatal se manifestó en la ‘vista gorda’ policial pero también judicial y política, cuando no en la complicidad asentada en un ‘pacto de gobernabilidad’ directo o indirecto con el delito». Al plantear lo que será su gestión en la materia, afirmó que «esto se acabó: debe haber una clara línea infranqueable que divida sin más a las instituciones estatales y la legalidad, de un lado, y el mundo delictivo, del otro, hay que cortar los vínculos con el delito». «Es prioridad para vivir más seguros, que el Estado vuelva con toda la fuerza donde nunca debió retirarse. Con toda la fuerza de la Educación, de la Salud, del Deporte, de la Cultura, de la formación en oficios», anticipó.
Después ratificó una de sus banderas de la campaña electoral al asegurar que «la falta de educación aumenta la brecha social, por ello los chicos deben estar en la escuela y no en la calle». En tal sentido, dijo que «vamos a desplegar el Programa Inclusión educativa, va a ser la primera reunión que vamos a tener con todos nuestros presidentes comunales, allí trabajaremos con la información de quienes habiendo terminado la escuela primaria no se anotaron para la escuela secundaria».
También confirmó que «vamos a poner el marcha el Programa de Boleto Educativo Gratuito porque no puede ser un obstáculo para las familias más humildes el costo del transporte para no recibir educación» y jerarquizó el rol de los municipios y comunas a los que definió como «brazos ejecutores de nuestras política descentralizadas», aunque sin mencionar a los nodos que funcionan en las cabeceras de las cinco regiones, entre ellas Rafaela.
Perotti aflojó la tensión cuando dejó en claro que «todo aquel que desee aportar ideas, todo aquel que tenga proyectos que beneficien a Santa Fe, cualquiera sea el sector o partido al que pertenezca, va a ser escuchado» pero al instante volvió a la carga contra Lifschitz. «Debemos reparar el daño institucional que se generó con un hecho inédito en la provincia de Santa Fe, que no sucedió en ninguna provincia, ni en el país. Que un gobierno saliente le defina el presupuesto al gobierno nuevo que la gente eligió sin respetar las prioridades que los ciudadanos legitimaron con sus votos», fustigó.
Más contemplativo, se comprometió «que al final de mi mandato pediré todas las prórrogas necesarias para que el nuevo Gobernador pueda realizar su presupuesto». Y solicitó a «esta nueva composición de la legislatura santafesina el acompañamiento para que las leyes necesarias que permitan que la voluntad de los santafesinos y santafesinas esté expresada en las correcciones que habrá que hacerle a ese presupuesto».

Fuente: La Opinion