06 Ene 2020

El difícil momento político para Perotti

El 22 de diciembre, a 11 días de haber jurado Omar Perotti como Gobernador escribíamos en estas páginas: “la seguridad: es ahora o nunca. La purga policial y las desmesuradas advertencias a la “corporación de la gorra” por parte del Ministro de Seguridad Marcelo Saín, es de esperar que den frutos más temprano que tarde. En los grandes centros urbanos, los delincuentes demuestran que no se sienten amedrentados, ni muchos menos, por semejante despliegue dialéctico.
El “tipo que más sabe de seguridad” (Saín), al decir de su antecesor Pullaro, deberá ganar la batalla más importante si no quiere pasar a la historia como el fracaso más rotundo en el menor tiempo: la laxitud judicial que deja en libertad casi de inmediato a los delincuentes. Legisladores como el senador radical Lisandro Enrico ó su par el peronista Raúl Gramajo, fueron poco menos que tildados de autoritarios por parte de varios de sus colegas diputados, cuando pidieron endurecimiento de los códigos y más severidad a la hora de interpretarlos por parte de fiscales y jueces”.

Nueve días más tarde, justo el último día del año un joven de 26 años, Gonzalo Glaría, muere en la ciudad natal y residente del Gobernador al caer de su moto mientras perseguía a dos “motochorros” que acababan de robarle el celular a un niño. Igual que el desgraciado suceso del también joven comerciante Mariano Cabal en esta capital, ultimado en este caso por un delincuente en ocasión de asalto, la pertenencia social de ambos – clase media acomodada – hizo que la ciudadanía, azuzada por los amigos de ambos a través de las infinitas redes sociales, acá colmara la plaza 25 de Mayo frente a Casa de Gobierno (últimas semanas de gobierno frentista) y en Rafaela marcharan hacia la municipalidad, jefatura de policía, fiscalía y la casa del propio Gobernador Perotti, en reclamo de “justicia”.
Sobremanera en las ciudades, el delito sigue sin haberse enterado que hubo cambio de gobierno. Y la sociedad está llegando al límite. “El tema de inseguridad es grave en todo el país; pero no es un problema exclusivamente de la policía, si la justicia no se involucra ningún gobierno va a poder encontrar un punto de avance”, afirmó precisamente el Senador Lisandro Enrico.
El antecesor de Marcelo Saín y actual jefe del interbloque de diputados radicales Maximiliano Pullaro, nos recordó: “te dije que le deseaba suerte a Perotti con un tema que reconozco nosotros no pudimos resolver: la justicia: El resto, los policías son los mismos, los jefes son los mismos que ascendí yo cuando era ministro, el marco para actuar es el mismo (se refiere a las leyes, ya que la gente quiere “mano dura”), podrá virar el aspecto táctico, pero no cambiará la cosa”.
El fiscal rafaelino Diego Vigo, en un intento por salvaguardar el accionar de su Ministerio se metió en camisa de once varas: “el 95 % de los casos fueron resueltos” – incluido los dos motochorros que causaron la muerte de Glaría – afirmó. O sea que la policía actuó. Pero como en todos los lugares, y en Sunchales habrá una marcha este lunes por ese motivo, los delincuentes siguen en libertad con frondosos prontuarios a cuesta.
Nadie debería subestimar el sentido común de la sociedad; ni muchos menos – sería suicida – politizar (que no es lo mismo que involucrar a la política) con lo que está ocurriendo.

EL CALVARIO DE GOBERNAR SIN DIALOGO
Después del receso estival, Omar Perotti deberá pensar seriamente en pagar un asado, y reunirse con los principales líderes de la oposición parlamentaria.
Este clima de beligerancia, más temprano que tarde hará jirones su ropaje político e institucional. “Si algo debemos agradecerle a Perotti es haber cauterizado las heridas de la derrota y solidificar a la oposición”, refería un dirigente radical entusiasmado con el panorama a futuro: Corral, Barletta, Javkin, Pullaro, entre otros, se van anotando tempranamente para las contiendas por venir.
El socialismo fue el destinatario del golpe más duro el 16 de junio pasado (el candidato a Gobernador era del palo), y si bien Miguel Lifschitz en las pocas, pero encendidas sesiones que le tocó presidir, demostró un aplomo propio de su estilo, y Joaquín “Popi” Blanco – titular de la bancada socialista- ya impone respeto discursivo y cintura negociadora, aún está en proceso de recuperación.
Bonfatti, Galassi (a quien desafortunadas declaraciones del Ministro de Seguridad por el hecho de Rafaela sacaron del letargo autoimpuesto), Lamberto, Zabalza y otros dirigentes de peso socialista por un tiempo estarán en cuarteles de invierno.

EL RIESGO DE HACER POLITICA CON LOS NUMEROS
La cuestión financiera de la Provincia se parece al cuento de la buena pipa. Poco tiempo antes de asumir Perotti, también señalamos en estas páginas que el termómetro de las crisis es el pago de sueldos a los empleados públicos. Y en Santa Fe el 21 de diciembre todo el mundo había cobrado el medio aguinaldo.
La actual gestión tomó la decisión política de no pedir adelanto al NBSF para cumplir con el cronograma de pagos del uno al cinco de enero, como hacían sus antecesores. Mientras espera el goteo diario de ingresos (unos 900 millones se calculan), con lo que tenía en caja Walter Agosto comenzó a pagar los sueldos; y terminará el 15. Los gremios estatales deberán acostumbrarse a otra dinámica de gobierno. Lo palparán en la próxima discusión paritaria.
A partir de marzo el discurso, verídico o no, de la terrible herencia financiera recibida ya dejará de regir. Y Perotti lo sabe. Por eso quiere “hacer caja” mientras espera las bienaventuranzas económicas del gobierno nacional, al que por ser afín encima no podrá culpar de los males, si los hubiera.
La oposición frentista advirtió que el Gobernador, amén de lo que consideraron como “inaceptables y peligrosas delegaciones de facultades como nunca se vio”, quería el paquete de leyes de emergencia precisamente para “hacer caja”.
El senador radical, y uno de los líderes de NEO Felipe Michlig fue cortante: “Perotti resignó -al menos por un año- en el Pacto Fiscal reclamarle a la Nación cuatro mil millones de pesos que dejamos de percibir por la quita del IVA a los alimentos; no le está reclamando a la Nación con la vehemencia que se necesita los casi seis mil millones de pesos de compensación de la Caja de Jubilaciones; y tiene a su favor 100 mil millones de pesos del fallo de la Corte. Le dimos aumento de tributos y facultades en el presupuesto para reasignar partidas por 40%, y libertad para asignar todo lo que se recaude por arriba del presupuesto. No se puede quejar”.
En consonancia con Michlig, el diputado radical Fabián Bastía vocero de la comisión de Presupuesto y Hacienda agregó que “la anterior legislatura le permitió a Perotti endeudarse por hasta doce mil millones de pesos; el consenso fiscal que le aprobamos (junto a la tributaria sin facultades discrecionales de aumentos) suspende por un año la baja de impuestos, lo cual le permitirá una mayor recaudación, amén de los casi nueve mil millones de pesos que se ahorrará (es lo que se pagó durante el 2019) si llegase a quitarle la cláusula gatillo a los empleados públicos”.
La paritaria 2019 (aumento y cláusula gatillo) le costó al gobierno anterior 28 mil millones de pesos.

Fuente: La Opinion