En diciembre, la producción industrial santafesina cayó un 3,4% interanual
Según FISFE, la actividad se vio afectada por los problemas en el abastecimiento de insumos importados para la producción y por la menor demanda a sectores ligados a la producción agrícola que padecen los efectos de la sequía. Así, el incremento acumulado en 2022 fue de 1,4%, en relación al 2021.
La actividad industrial de la provincia de Santa Fe terminó el 2022 con un sabor amargo al confirmarse una «baja interanual del 3,4% que recortó el crecimiento al 1,4% durante el año pasado. Así lo refleja el último Informe Industrial del Instituto de Investigaciones Económicas de la Federación Industrial de Santa Fe (FISFE) divulgado ayer, que destaca como hecho positivo la continuidad de la expansión del empleo en el sector.
«La producción industrial en la provincia de Santa Fe registró en el último mes de 2022 una baja de 3,4% interanual, y una suba de 1,4% en la medición acumulada al finalizar el año. En el segundo semestre del año pasado se observó una desaceleración de la actividad afectada por los inconvenientes en el abastecimiento de insumos importados para la producción, y por la menor demanda de sectores ligados a la producción agrícola que se encuentra impactada por factores climáticos adversos», explica el reporte. Al respecto, consigna que en diciembre último el volumen de las importaciones argentinas de bienes intermedios disminuyó 21% interanual, situación que se manifiesta desde el mes de septiembre”.
Luego de tres años de contracción de la producción industrial (2018-2020), la industria santafesina se recuperó con intensidad durante 2021 consolidando un expansión de 21,1%, y observó una leve suba de 1,4% durante 2022. De esta manera, el nivel de actividad fabril correspondiente al 2022 se ubicó 6,6% por encima respecto de 2018, siendo semejante al de 2017, plantea el reporte.
Las ramas de actividad con una contribución positiva al producto industrial santafesino fueron vehículos automotores con un incremento del 55,3%, maquinaria de uso general (+15,4%), productos de metal y servicios de trabajo en metales (+4,2%), carne vacuna (+2,0%), productos metálicos para uso estructural (+1,9%), papel y productos papel (+1,7%), maquinaria de uso especial (+0,8%) y maquinaria agropecuaria (+0,6%).
En contrapartida, arrojaron un saldo negativo productos lácteos (-0,6%), fiambres y embutidos (-4,9%), manufacturas de plástico (-6,1%), edición e impresión (-6,6%), prendas de vestir (-7,0%), molienda de oleaginosas (-9,6%), industria siderúrgica (-10,1%), autopartes (-11,4%), molienda de cereales (-13,9%), muebles y colchones (-21,1%) y carrocerías y remolques (-22,0%).
Según FISFE, «creció hasta el 60% la porción de actividades industriales que acusaron menor producción en términos interanuales». En tal sentido, detalla que con trayectoria positiva en los últimos seis meses de destacan importantes actividades: galletitas, productos de panadería y pastas; curtido de cueros; artículo de cemento y de yeso; envases de vidrio; fundición; productos metálicos para uso estructural; maquinaria de uso general y especial; otros productos de metal y servicios de trabajo de metales; equipos y aparatos eléctricos, y vehículo automotores. Contrariamente, productos lácteos; molienda de cereales; madera; asfalto e instrumentos médicos enfrentan menor actividad en los últimos seis meses”.
En cuanto a las expectativas para el primer tramo de este año, y según el último relevamiento de expectativas del INDEC, «solo el 26,4% de las empresas industriales en nuestro país espera un incremento de la demanda interna para el primer trimestre de 2023, mientras que apenas el 23,6% vaticina un incremento de las importaciones de insumos utilizados en el proceso productivo».
En cuanto al nivel de empleo industrial en Santa Fe, la entidad señala que aún «muestra una fase de expansión que alcanza a 27 meses consecutivos», período en el que cual «se crearon más de 14 mil puestos de trabajo registrados». En tal sentido, indica que «revirtiendo la etapa anterior de caída de empleo (desde 2018 y hasta el primer semestre de 2020), a partir del mes de septiembre de 2020 la industria manufacturera santafesina atraviesa una considerable etapa de recuperación y crecimiento de sus puestos de trabajo». De este modo, en noviembre de 2022 el total de asalariados registrados en la industria manufacturera (prácticamente 140 mil) se ubicó 14% por encima respecto de mayo de 2020, 12,3% frente a noviembre de 2019, y 4,7% respecto de noviembre de 2021.
«En noviembre de 2022 un grupo mayoritario de 21 sectores industriales sobre un total de 24 mostraron mayor nivel de empleo respecto del año anterior, destacándose el complejo metalúrgico», subraya FISFE en su último reporte.
En otro orden, sostiene que «la demanda de energía eléctrica por parte de un importante grupo de usuarios industriales con actividad en Santa Fe acumuló en 2022 un incremento de 0,6% en relación al año anterior, alcanzando así el nivel más elevado de los últimos cuatro años». Cabe recordar que en 2021 este indicador energético había presentado una destacada recuperación de 19,7% anual.
En cuanto al financiamiento, el informe asegura que «en el primer mes de 2023 los préstamos en pesos al sector privado en términos reales y sin estacionalidad registraron una caída mensual de 1,7%, acumulando siete meses consecutivos de declive». De acuerdo a un reciente informe del Banco Central, la disminución se dio prácticamente en todas las líneas de financiación con la excepción de los documentos. «El crédito muestra una contracción 13,9% interanual en términos reales, mientras que la relación entre los préstamos en pesos al sector privado y el PIB corriente cayó levemente en el mes y se ubicó en 6,1%», añade.
En relación al mercado internacional, destaca que «el valor de las exportaciones de manufacturas con origen en la provincia de Santa Fe durante el período enero-noviembre de 2022 registró un incremento de 3,6% frente al mismo período del año anterior, tras alcanzar un máximo histórico de 15 mil millones de dólares». Sin embargo, en términos de volumen «los envíos al exterior disminuyeron 14,3%».
«En once meses del 2022 el valor de las exportaciones de manufacturas de origen agropecuario (MOA) aumentó 0,9%, mientras que en volumen se contrajo 14,8% respecto a igual período del año anterior. Esto se explica por la caída de las cantidades comercializadas por parte del complejo soja (3 millones de toneladas entre harina y aceite)», explica el trabajo.
En tanto, «el valor exportado de carnes y lácteos creció 19,4% y 28,4% respectivamente, siendo acompañado de mayores volúmenes» mientras que «con dispares resultados se destacó productos de molinería al registrar una merma de 6,4% en volumen y una suba de 19,9% en valor».
Por último, expresa que entre enero y noviembre de 2022 las exportaciones de manufacturas de origen industrial (MOI) «mostraron una suba de 18,6% en valor pero una contracción de 8,3% en volumen». En este capítulo, sobresale el mejor desempeño de máquinas y aparatos (23,4%), y de otras MOI (63,1%) traccionadas especialmente por las mayores ventas con destino a Brasil. Por el contrario, la industria siderometalúrgica registró importantes bajas de exportación tanto en valor como en volumen. La comercialización internacional de productos químicos, influenciadas en gran medida por el biodiesel de soja destinado a Países Bajos, creció 16,2% en valor pero disminuyó 4,8% en volumen.