«En estos acuerdos siempre hay ganadores y perdedores»
Si bien no se conocen sus detalles, el acuerdo recientemente anunciado entre el Mercosur y la Unión Europea y celebrado por el Gobierno argentino, ya despertó la preocupación y desconcierto entre los industriales de Santa Fe, quienes aseguran que el mismo los tomó «por sorpresa».
El anuncio del acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea que el Gobierno lanzó desde Japón, despertó opiniones encontradas desde la celebración hasta preocupación por aquellos sectores que no se verán beneficiados sustancialmente.
Hasta el momento solo se conocen trazos gruesos del acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea que debe ser refrendado por el Congreso Nacional. Por caso, se dio a conocer los productos que tendrán acceso al mercado europeo, entre los que aparecen en su mayoría productos primarios o semielaborados, pero en el caso de la industria el horizonte aparece más nubloso. En tal sentido, un informe de la consultora Abeceb señala que en el corto plazo «las mayores oportunidades se le presentan al sector agroindustrial y pesca» y alerta que entre «los más desafiados se encuentran mayormente productos industriales».
Al respecto CASTELLANOS consultó con los industriales locales. Mauricio Rizzotto, presidente de la Cámara de Metalúrgicos de Rafaela y presidente del ITEC, afirmó que «los acuerdos internacionales siempre hacen crecer a un país, te vinculan con el mundo, nos pone a niveles de primer mundo», señaló. Pero advirtió que «es muy nuevo, hay que verlo muy bien, nosotros al igual que las instituciones superiores como FISFE o ADIMRA, estamos analizando la letra chica, habrá sectores más beneficiados que otros, cuando se trate en el Congreso vamos a tener que sentarnos para defender nuestros intereses, si vemos que están siendo perjudicados», subrayó.
«Inicialmente me parece bueno, pero siempre hay que defender lo de uno, porque las dos partes debemos potenciar las fortalezas, pero no regalar lo que nos ha llevado mucho tiempo construir», sentenció Rizzotto.
En tanto Adolfo Hartmann, de la Comisión de Industrias del Centro Comercial e Industrial de Rafaela y la Región y empresario local, señaló «creo que una integración siempre es beneficiosa, lo importante es que cada sector e incluso las cámaras empresariales, puedan participar en el armado de todo ésto para que aquellos sectores que se vean perjudicados, no los afecte tanto, y ver cómo puede minimizarse el impacto. Es muy reciente», reflexionó.
Por último quien tomó la palabra fue Andrés Ferrero, presidente del CCIRR, un poco más crítico y menos esperanzado indicó «el vínculo de un conjunto de Estados, hay que verlo en el entramado que cada uno tiene y la fortaleza que cada uno tiene en la macroeconomía», comenzó diciendo, y se preguntó «¿qué pensar de un acuerdo de Argentina, donde tenemos una presión tributaria récord y un sistema financiero inexistente para el apoyo de las actividades productivas? Esta realidad frente a lo que puede darse con países que tienen ventajas mayores, ¿qué nos queda? Esperemos que esto no sea una nueva división internacional del trabajo y que no nos quedemos en la producción de productos de poco valor agregado», sentenció.
Mientras tanto desde FISFE, señalaron que el acuerdo «nos tomó por sorpresa porque no hubo ninguna consulta previa con las entidades que están involucradas y eso causó malestar», señaló Gabriel Frontons coordinador del Instituto de Investigaciones Económicas de la Federación Industrial de Santa Fe (Fisfe), a medios provinciales.
Asimismo, mencionó: «No conocemos la letra chica, sino algunos documentos parciales y además, esto está supeditado a la aprobación de los parlamentos de los distintos países», y agregó que «en estos acuerdos siempre hay ganadores y perdedores».
En este sentido, Frontons advirtió que «entre los posibles beneficiarios están los sectores vinculados a la industria alimentaria (carnes, lácteos, oleaginosas, etc)». En tanto, lo contrario sucede en el sector manufacturero, donde «hay cierto temor porque algunos estudios previos señalan posibles pérdidas».
«Si bien esto tiene potenciales beneficios para distintas actividades, también implica perjuicios y debilidades para otras y suma una preocupación teniendo en cuenta que en el último año, la actividad industrial sufrió una fuerte caída», subrayó.
«La posición de algunos países europeos es de temor porque el Mercosur es muy competitivo y esto puede generar problemas a sus productores», agregó con respecto a la advertencia de Francia en relación a que «todavía no está lista» para ratificar el acuerdo comercial.
Fuente: La Opinion