Como cada 5 de junio, el pasado domingo se celebró el Día de la Industria Metalúrgica. En ese marco, el diario La Opinión de nuestra ciudad entrevistó a Graciela Acastello, presidente de la Cámara de Industriales Metalúrgicos de Rafaela (CIMR), para repasar los principales desafíos que enfrenta el sector.

“Después de la pandemia, la actividad se reactivó en forma despareja, pero en casi todos los sectores. Sin embargo, si bien la situación es buena, no podemos tener perspectivas excelentes, debido a muchos factores que atraviesa la economía en general”, explicó en el inicio de la charla.

Entre las problemáticas que más preocupan a los metalúrgicos, Acastello destacó la falta de divisas para importar insumos y bienes de capital, que permitan aumentar la capacidad productiva y mejorar la infraestructura tecnológica. También hizo referencia a la posible falta de disponibilidad de energía, un tema que afectaría especialmente a aquellas plantas que no pueden discontinuar sus procesos. “Hoy estamos ante la amenaza de que no vamos a tener el gas y la electricidad suficientes para poder mantener nuestros niveles de producción totalmente cubiertos. Desde la gremial se están armando una serie de medidas como para hacer un sistema de alertas tempranas, con el objetivo de morigerar el impacto de eventuales cortes en el suministro”, precisó al respecto.

“Una cuestión acuciante e histórica en nuestro país es la inflación, que impide cualquier planificación y cualquier evolución de negocios. Lo que se necesitan son medidas de fondo para erradicar las causas reales de estos problemas. Otro problema de fondo, que se viene arrastrando desde hace muchos años, es la presión impositiva. Deberíamos, en forma urgente, revisar todo el sistema tributario, para eliminar aquellos impuestos distorsivos, que gravan en cascada todos los eslabones de la comercialización, y que en muchos casos provocan una doble imposición. Dentro de esta presión impositiva hay que destacar también los altos costos laborales, uno de los factores que hacen que nuestra economía no sea competitiva a nivel mundial”, agregó.

Acastello también mostró preocupación en relación a la escasez de recursos humanos calificados. “Recientemente, se conocieron datos del Observatorio de la Universidad Católica, que dan cuenta de que el 50% de la población de entre 18 y 24 años no estudia. El 25% no estudia ni trabaja y el 15% no estudia, no trabaja ni busca trabajo. Esto representa una situación crítica. Hoy cuesta conseguir los perfiles que se requieren para los puestos. Si no empezamos a cambiar algo, esto se va a agravar con el paso de los años. Hay que incentivar la educación técnica y fortalecer las escuelas técnicas para que los chicos salgan con una especialidad que sea útil en la industria”, afirmó.

Más adelante, Acastello indicó que las exportaciones están creciendo, en parte debido a la demanda extraordinaria que originó la pos pandemia. Sin embargo, la titular de la CIMR resaltó que “cuando esta situación se normalice, con la baja competitividad que tenemos en Argentina -por el tema impositivo y por un tipo de cambio que está totalmente descalzado con respecto al crecimiento del nivel inflacionario- no vamos a poder exportar en estos mismos niveles”.

Aún en este contexto, Acastello resaltó la fortaleza del entramado metalúrgico de la ciudad, y puso en valor el trabajo que se realiza desde la gremial empresaria -especialmente a través de la CIMR y el CCIRR- para lograr el apoyo de los diferentes niveles de gobierno, para avanzar en obras de infraestructura (como las que se vienen desarrollando en el área industrial y el Centro Logístico Internacional de la CaCEx) que son fundamentales para la consolidación del sector.