30 Dic 2024

Pullaro cierra el año entre reformas y la planificación para lo que viene

Por Coni Cherep-  El Gobernado está limitado en el tiempo aunque se sienta predispuesto a conversar, uno de sus colaboradores nos recuerda que en 20 minutos tiene que «salir de viaje». «¿Adonde?» «A General Obligado», nos responde y agregan: » Tiene seis actividades allá». El tiempo, la utilización del tiempo, parece ser una de las principales preocupaciones de Maximiliano Pullaro. No dejar que se escape un minuto útil de su tiempo en el cargo, es una obligación que impone sobre sus funcionarios, que no por agotados dejan de cumplir.

Pasó un año, ya…

Si. Estamos conformes con lo que venimos haciendo. Hemos podido trazar las primera líneas de gestión, conseguimos sancionar leyes muy importantes no sólo para mí, sino para el futuro de la provincia, y hay algunos resultados que nos entusiasman, pero no cantamos victoria.

Me imagino que habla de los números en la seguridad pública.

Si, pero no sólo eso. Es el dato más importante de cara a la sociedad, La baja de la tasa de homicidios sabíamos que se podía bajar, nunca imaginamos que en este porcentaje, Pero hay otros datos, que todavía no se valoran pero que con el transcurso del tiempo van a ser una identidad de la gestión también…

Podría preguntarle cuáles, pero prefiero detenerme en el dato de la baja de crímenes, especialmente en Rosario.

Si. En Rosario, pero en resto de la provincia también. Lo que bajó de manera importante fuero los niveles de violencia, que estaban instalados como una moneda corriente. Y se trataba solamente de imponer algunos límites a la acción criminal. Nosotros fuimos muy duros con la política penitenciaria, con el trato a los presos de alto perfil que trabajaban, hasta nuestra llegada, desde las cárceles con la misma tranquilidad que lo hacían en sus casas y en la calle. Pero para endurecernos con ellos, sufrimos un marzo sangriento, muy doloroso. A mi no me deja de dolerme esos crímenes. Creo que nos impusieron un límite. La sociedad no aguantaba más.

Es curioso. Algunos hablan de «pacto con el crimen»…

Los que dicen semejante barbaridad o no entiende el proceso, o tienen mala fe y buscan usar políticamente la situación.  Son los mismo que anunciaron el retorno de la violencia de las bandas, cuando mataron al líder de la barra de Central… Nosotros no compartimos con nadie, le devolvimos autoridad al Estado. Refuncionalizamos la política, le devolvimos herramientas, compramos unidades (que prácticamente no había) y tomamos medidas muy duras con los jefes de las bandas presas. La policía tiene que volver a ser respetada. No puede ser que en Santa Fe los delincuentes hayan gozado de mayores derechos que los que los persiguen. Yo sé que es un discurso que no le gusta mucho a algunos, pero es la verdad. Pagamos muy caro el desprecio al uniforme policial, y esa idea de que todo lo que hace un policía está mal. Hay que cambiar mentalidad, y dejar de echar sospechas sobre la policía, antes que sobre los grupos delictivos.

Convengamos que recibieron una herencia en Seguridad con la vara muy baja también…

Si, pero no pienso perder un minuto de mi tiempo ni de mis energías, hablando del pasado, echándole la culpa al pasado. Si yo hiciera eso, le quito cabeza a la gestión. Lo dije desde el primer día: nosotros vinimos a gobernar la provincia, a cambiar las cosas que están mal, lo que se hizo mal, se hizo mal y en política a eso lo resuelve la sociedad, nunca nosotros hablando todo el tiempo mal del que nos antecedió.

¿Cuáles son las cosas que estaban mal, además de la seguridad?

Muchas. Nosotros recibimos a las escuela públicas sin inversiones en obras, y nos pusimos a construir aulas a un ritmo que casi no tiene antecedentes, aún en plena recesión, sin dinero nacional. Pero no sólo eso, recibimos el cuerpo docente con niveles altísimos de ausentismo, por lejos el mato del país. Y tomamos medidas, dolorosas, claro. Per había que tomarlas. No es posible que la variables de ajuste del sistema educativo sea siempre las horas de los chicos en el aula. Yo entiendo el enojo de algunos maestros, pero había que devolverle un orden al sistema.

O sea que reconoce que pagó un costo con el «premio a la asistencia perfecta»

Y depende con quienes. Con los docentes que no faltan nunca, o casi nunca, no. Con los otros, claro que si. Pero eso se tenía que terminar. Pasamos muchos años poniendo la escuela al mando de las decisiones sindicales. Y ojo, yo soy radical, sé perfectamente el valor que tienen los maestros y maestras en nuestra vida, sé también que no son bien pagos, es imposible negar eso.. Pero hubo un abuso muy grande, de las medidas de fuerza t de las regulaciones permisivas que convirtieron la ausencia del maestro en el aula, casi un asunto normal.

Y encima, motorizó la reforma del sistema previsional… Ahí también tocó el bolsillo de los docentes, entre otros.

Nosotros hicimos con la Caja de Jubilaciones lo que había que hacer desde hace diez años y no pudieron o quisieron los demás. Y es lógico que haya quejas y enojos. Pero yo tengo que pensar en el conjunto de los santafesinos, no solamente el porcentaje de santafesinos que aportan o cobran jubilaciones de la Caja santafesina… ¿Cómo hago sino para bajar el déficit mensual, el acumulado anual de casi 400 millones de pesos, sin que eso impacte en la vida del resto de los que aportan al Estado?

Si, el 80% de los santafesinos no tenemos más que ver con la Caja, y la financiamos, en algún sentido

Claro. Y eso es lo que se tuene que entender. No es justo que el resto de los santafesinos, terminen pagando los costos de algo que nunca beneficia ni los beneficiará. Pero además, y es lo que estamos haciendo, hay que reclamarle al Estado Nacional lo que nos debe de compensación. Nos deben centenares de miles de millones, que tampoco es justo que lo paguen los empleados y los jubilados. pero mientras tanto hay que tomar decisiones. Que son dolorosas, que son a veces injustas, pero que se necesitan para bajar el costo del Estado.

El tema es que se toca a sectores vulnerables..

No es cierto. No se tocó un centavo ni a los trabajadores ni a los jubilados que cobran menos de tres jubilaciones mínimas. Y además se gravó a los que más ganan. Hicimos una reforma progresiva, los que más ganamos, más aportamos. Y lo llamativo es que los que más ganas salieron a pedir amparos.

Bueno, ahí entra en otra ley conflictiva… la judicial, además.

Bueno, no quiero entrar en polémicas. Pero es vergonzante que algunos funcionarios judiciales que cobran entre seis y ochos millones vayan a pedir amparos para que no se les descuente el aporte solidario… Y aún más grave que algunos jueces, que tienen los mismo privilegios y se benefician de esas decisiones, terminen fallando a favor. La justicia necesitaba una reformaba. El sistema es antiguo, se resiste a cambios que se caen de maduro y es carísimo. Los sueldos son una parte, claro, de ese costo. Pero si al menos fuera ágil…

Ahí se mezclaron las cosas ¿No? El enojo de la Corte por sus planteos, los pedidos de pasos al costado, la Ley de reforma Judicial y encima, los descuentos solidarios y los límites a las jubilaciones…

Pero no pueden haber jueces que ganes 30 jubilaciones mínimas. No es justo, no es equilibrado, mientras la mayoría no alcanza a cubrir la canasta básica. En eso, hay mucho egoísmo, mucha costumbre a los privilegios. No es un capricho, es un acto de mínima justicia. Y si, evidentemente hemos tenido encontronazos con miembros de la Corte, porque algunos de ellos han superado la edad máxima, no la de la Constitución Santafesina, sino de la Nacional. Y la de los fallos que regularon eso mientras nuestra Constitución se añejaba y quedaba fuera de tiempo.

La Reforma Constitucional… Usted decía que no tenía nada que ver, pero celebró su sanción como un gol

No celebro un gol personal. Celebramos, como dirigentes que hacemos política desde hace treinta años en Santa Fe, que hayamos podido interrumpir un proceso de imposibilidades. Yo recuerdo, con mucha claridad, el esfuerzo que hizo Miguel Lifschitz – el mejor gobernador de nuestra historia- para llevar adelante la reforma. Y también recuerdo todos los «pero» y especialmente a los que, como hoy, decían que: «No era el momento». ¿Cuándo es el momento para ellos? Y por fin ganamos los que queremos una Constitución moderna, adaptada a la Constitución Nacional y  a los tiempos que corren. Vamos a cambiar muchas cosas injustas, Los fueros, por ejemplo. Los tiempos de trabajo ordinario de los legisladores. Los límites de edad claros para los miembros del Poder Ejecutivo, la ficha limpia para impedir que los corruptos no puedan ni siquiera ser candidatos… ¿No es eso lo que pedía la gente?¿Entonces por qué dicen que no es el momento?.

Hubo una «rosca» linda para conseguir los dos tercios.

Huno una acción política, acuerdos, negociación. Y no hay que tenerle miedo a eso. La sociedad nos vive pidiendo que nos pongamos de acuerdo. Y cuando lo hacemos «es rosca». Ahí hay mala fe. Nadie que afirme irregularidades en el proceso puede probar nada por una sencilla razón: no hubo nada raro. Hubo una enorme gestión política, y una convicción reformista que no sólo incluyó a un sector del peronismo, sino a sectores de la izquierda que son muy críticos con la gestión, y a legisladores de todos los bloque opositores…

Algunos opositores, lo relacionan exclusivamente con su propia reelección.

¿La mía? ¿Y cómo pueden saber si el pueblo de Santa Fe va a querer o no reelegirme dentro de tres años? ¿ Y cómo saben si yo voy a tener la voluntad de presentarme a un nuevo mandato? Lo que es inexplicable es que todos los cargos políticos de Santa Fe, especialmente de aquellos que se oponen a que los gobernadores tengan relección, tienen chance de ser reelectos de manera infinita. No es un asunto mío, Es un asunto de la política, y de la coherencia, Siempre fui reformista y siempre, busquen  en los archivos, pensé lo mismo respecto a las reelecciones, y le puedo asegurar que no estoy pensando en eso. Que me abruma el paso del tiempo y lo que nos queda por hacer…

Igual, habrá elecciones para convencionales y cuesta creer que no lo tienten a encabezar la lista.

No hemos hablado todavía. Yo tengo la cabeza en la gestión. Hay otros que se ocupan de eso.

Vamos terminando… ¿Cómo sostiene el humor con la gestión de Milei? Han sido muy destratados.

Todos tenemos aspectos buenos y malos, en las personalidades y en la manera de llevarnos con los demás. El presidente es un hombre difícil de tratar y efectivamente hemos recibido tratos injustos y decisiones que nos perjudicaron, en reiteradas ocasiones. Hay muchos ejemplos. Empezando por la deuda que no cancelan, pasando por la nula obra pública, las decisiones inconsultas sobre asuntos que impactan sobre la economía y la realidad productiva de nuestra provincia, como el destino de la Hidrovia, en fin… Muchos temas en los que no estamos de acuerdo y no fuimos escuchados o bien tratados. Pero a la vez, hemos podido construir un trabajo conjunto en seguridad, que los ciudadanos venían reclamando desde hace décadas y nunca se podían sostener. El trabajo con la Ministra Bullrich es muy orgánico y acordado. Por eso, no todas son malas…

Pero las políticas económicas también perjudican a los productores y a todos los ciudadanos santafesinos

Nosotros hemos sido muy claros a la hora de posicionarnos sobre cada uno de los temas, priorizando siempre los intereses de Santa Fe. Nunca dejamos de opinar y de marcar las diferencias, Pero a la vez, tenemos la obligación de respetar y colaborar con un gobierno que tiene un alto respaldo popular y que ha conseguido resultados en la macroeconomía que no se pueden ignorar ni subestimar. Bajo el gasto público, frenó la inflación, le devolvió crédito a los bancos, en fin… Hay aspectos malos, muy malos y también hay buenos. Yo soy Gobernador y mu trabajo es enfrentar al presidente todo el tiempo. Tengo que establecer un vinculo con él y con todos sus funcionarios, para beneficiar a Santa Fe…

Gobernador, pasó un año, le dije al principio… ¿Qué le falta?

Todo. Esto recién empieza. El balance es positivo, pero entre lo que hay que sostener y lo que hay por hacer, pienso que casi todo. Hay que recuperar el sistema productivo, lo estamos haciendo. Nos estamos relacionando con todos los sectores de la economía. Hemos establecido, como nunca, un funcionamiento continuo de la Región Centro y creamos La Litoral. Vamos creciendo en algunas áreas t en otras, estamos sembrando para poder crecer en poco tiempo. Es obvio que dependemos de la realidad nacional e internacional, pero desde nuestras posibilidades estamos haciendo todo lo que podemos para ayudar, para sostener y para desarrollar a la provincia. en un año sin obra pública en casi todo el país, invertimos 500 millones de dólares, genuinos en rutas, escuelas, hospitales, pusimos en marcha el sistema NIDO para que algunos accedan a créditos accesibles para sus viviendas, o el LLAVE con el que vamos a ayudar a aquellos que necesiten garantías para poder alquilar… Repusimos el plan ABRE, El Vuelvo a Estudiar, agregamos una hora de clases para los chicos que necesitan fortalecer el aprendizaje de la lectoescritura. Y un montón de otras cosas, pero no alcanza. Es apenas el principio.

Es el final. Se para y se despide amablemente. A los pocos minutos ya estaba conectado con otro tema. Hablaba de tiempos de viaje, agenda y pedía que le enviaran un archivo para «ir leyendo en el camino»,

Pullaro empezaba la segunda parte del día, que iba a concluir a 400 kilómetros de la ciudad de Santa Fe, donde se realizó este reportaje. No parece decidido a parar. Su gestualidad se condice con el discurso. No parece estar conforme con lo hecho. Y parece que decidió a ir por mucho más.

Levanta la mano, agradece y desaparece por la puerta de la sala contigua al despacho. Mientras todos vamos despidiendo el 2024, Pullaro no piensa perder un solo minuto de lo que falta. Quizás sea la diferencia.

Fuente: Castellanos