05 Jun 2019

Rizzotto: «Dentro de la crisis, se observa una leve mejoría»

El presidente de la Cámara de Industriales Metalúrgicos de Rafaela, Mauricio Rizzotto, analizó la situación del sector en el marco de un complejo panorama económico. Destacó que en el segundo trimestre se advierte una tibia recuperación en relación a la primera parte del año. Y remarcó el esfuerzo de las empresas de la región para sostener el empleo.

Al celebrarse hoy en la Argentina el Día de la Industria Metalúrgica, es una buena ocasión para hacer un balance de la actualidad del sector y en especial de las empresas de Rafaela y la región. La fecha recuerda que el 5 de junio de 1904 se conformó la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA), la entidad que representa y promueve a un sector clave para el desarrollo del país con más de 60 cámaras asociadas, tanto sectoriales como regionales que hoy alcanzan a más de 24.000 empresas en todo el territorio argentino y que generan unos 300.000 puestos de trabajo directos.
En una entrevista con este Diario, Mauricio Rizzotto, el presidente de la Cámara de Industriales Metalúrgicos de Rafaela (CIMR) -una de las tantas entidades que integran ADIMRA-, envió un «cordial saludo a todos los colegas en este Día tan especial para nosotros» para luego iniciar un repaso sobre la situación actual de la actividad, la falta de financiamiento, el impacto de las importaciones y las perspectivas que tiene en un país atravesado por la crisis y la recesión.
«En este segundo trimestre se observa una leve mejoría con respecto a los indicadores que se registraron entre enero y marzo de este año. En un contexto recesivo no deja de ser una pequeña buena noticia», subrayó Rizzotto con tono reflexivo. «Las empresas autopartistas que habían sufrido una baja en su nivel de actividad al final del año pasado y en el comienzo de este 2019 han experimentado una mejoría. Las compañías fabricantes de bienes de capital están con un nivel de actividad aceptable y no están teniendo en mayores problemas», explicó el titular de la CIMR, una entidad que funciona bajo el paraguas del Centro Comercial e Industrial de Rafaela y la Región (CCIRR).
De todos modos, el dirigente industrial consideró que «hay distintas realidades en el sector, depende de los rubros y los mercados que en los que cada empresa está enfocada». En este sentido, señaló que «entre las que están más complicadas se encuentran las fundiciones tanto en nuestra la región como a nivel nacional, lo cual se explica en gran medida a que fueron muy castigadas por el aumento del costo de la energía eléctrica y la caída de la demanda en el mercado, en definitiva es un combo difícil de resistir en el tiempo».
En el otro extremo, hay escenarios más favorables. «Todo lo que tiene que ver con la agroindustria o el complejo de petróleo y gas de Vaca Muerta disfrutan de un buen momento. Aquellas empresas que proveen a estos sectores que se muestran más dinámicos en la economía atraviesan con mayor soltura esta crisis general. En Rafaela hay algunas empresas que han logrado posicionarse para abastecer a las petroleras que tienen un pie en Vaca Muerta, lo cual es muy positivo. Y desde la agroindustria se registra una mayor demanda que el año pasado a partir de una cosecha que todos dicen que es récord», sostuvo Rizzotto.
– ¿Cuál es el impacto de las importaciones en las empresas del sector?
– En otro momento fue considerable en determinados rubros. Pero ahora las importaciones han disminuido mucho, no escuchamos en nuestra Cámara ni en las empresas de nuestra ciudad y región grandes quejas por este tema. En parte, tiene que ver con el dólar alto que se transforma en un obstáculo para los importantes, y que también hay una retracción en el mercado. Es decir, dólar alto y recesión del mercado interna es una combinación que da como resultado una baja en las importaciones de productos metalúrgicos. Aunque siempre puede haber un producto específico que puede estar más expuesto.
– El actual nivel del dólar mejora la competitividad para exportar. ¿Cuál es la realidad a nivel local?
– En Rafaela hay empresas metalúrgicas importantes que son exportadoras. Con la cotización actual del dólar ganan en competitividad a nivel internacional, lo que les permite consolidar o recuperar mercados que, en algunos casos, venían sosteniendo incluso con rentabilidad negativa. Ahora están en condiciones de generar nuevos negocios con mayores ganancias y más volumen de ventas.
– Con las altas tasas de interés, ¿el financiamiento es inaccesible?
– Sin duda que el financiamiento es la gran mochila que tenemos que cargar, ¡pero es muy difícil de llevar! Cuando entras en un círculo donde tenés una baja actividad productiva, con los ingresos de tus ventas pagas apenas los gastos, y encima tenés que buscar dinero para sostener la estructura todo se torna demasiado complicado. Con estas tasas es como no tener crédito. El industrial que acude al sistema financiero es porque no le queda otra… va en busca de un salvavidas para el corto plazo que termina siendo un salvavidas de plomo para el mediano o largo plazo. Este juego de tasas como variable para contener al dolar nos liquida. No hay negocio con semejante nivel de rentabilidad que permita repagar los intereses. Lamentablemente, hay muchas empresas que ya están enredadas con deudas con los bancos con tasas asfixiantes. Lo peor es que en el corto plazo no se observa posibilidad alguna de que las tasas bajen, pueden caer un poco por alguna medida puntual pero de corta duración.
– Más allá de las distintas realidades de las empresas, lo que se observa como común denominador es un gran esfuerzo por sostener el empleo en Rafaela.
– Tenemos que estar orgullosos de tener empresas muy comprometidas con su gente. En esta ciudad se vio menos el impacto de la crisis laboral que en otras regiones del país. Esto es el resultado del esfuerzo de las pymes, que pone en valor a sus trabajadores que están capacitados y también comprometidos con la calidad del producto. Diría que no hemos visto pérdida en el nivel de empleo del sector, más allá de situaciones puntuales de empresas que fueron achicando su personal por goteo. Pero en los últimos meses ya no se observa e impera cierta estabilidad. Sin embargo, va a tardar tiempo volver a crecer, mucho más en un año de incertidumbre, ¿quien se va a arriesgar a tomar gente?
– El acuerdo en las negociaciones paritarias es reciente.
– Sí, las paritarias se cerraron hace poco tiempo. Las empresas que están complicadas deberán hacer un esfuerzo muy grande poder pagar los aumentos acordados. No se discute que el aumento es justo y es necesario para los trabajadores. Pero la cuestión es que puede haber empresas que no los puedan pagar. Y volvemos al escenario de volver al sistema financiero, donde hay que endeudarse para cumplir. En nuestra Cámara, cuando se dio la negociación de las paritarias, estábamos todos de acuerdo. Reconocemos que el personal necesitaba ajustar su salario, pero también que hay empresas con dificultades para absorber el aumento.

PERSPECTIVAS
«Es difícil hacer futurología más aún en esta Argentina que siempre nos sorprende. En un año de elecciones todo es especulativo, las inversiones se frenan hasta ver que sucede y quien va a ser el nuevo gobierno y también qué tiene pensando hacer cuando asuma en diciembre. Esta incertidumbre explica porque se estanca el mercado. Hay muchos factores como las elecciones, la crisis económica y la desconfianza en que Argentina pueda pagar la deuda», afirmó Rizzotto sobre sus expectativas para el segundo semestre del año.
El industrial destacó que «al menos los sectores más dinámicos como petróleo, minería y gas las inversiones van a seguir su ritmo de inversiones» pero no alcanza para motorizar la recuperación de la actividad económica. «Lo que más necesitamos tanto los metalúrgicos como el comercio y la industria en general, es un mercado interno que se recupere, y para eso es necesario un mayor poder adquisitivo porque es el gran dinamizador del consumo. Los desafíos son grandes, si se baja la inflación es posible recrear un escenario más sustentable en el tiempo», concluyó Rizzotto.

Fuente: La Opinion