En mayo, el Centro Comercial e Industrial de Rafaela y la Región realizó, para su revista Orientación Empresaria, un relevamiento de inversiones entre un amplio grupo de asociados de diferentes rubros. La encuesta arrojó que 60 empresas han invertido aproximadamente 2.050 millones de pesos en 2020 y proyectan desembolsar 3.885 millones de pesos en 2021 y otros 3.555 millones de pesos en 2022.  En este marco, Graciela Acastello, presidente de la Cámara de Industriales Metalúrgicos de Rafaela, declaró al Diario Castellanos que “esto habla a las claras del ADN de los empresarios de Rafaela y la región, que piensan siempre en crecer a pesar de las adversidades y de las expectativas negativas. El sector siempre ha apostado a mejorar producción, productividad y calidad laboral, siempre pensando en un futuro mejor. Los empresarios sabemos que sin inversiones no existe empresa”.

De acuerdo con el citado medio, en junio la industria metalúrgica tuvo un buen desempeño, en comparación el mismo mes de 2019, tanto en producción como en utilización de la capacidad instalada. El promedio de crecimiento fue del 26%, y los rubros más destacados fueron fundición, maquinarias agrícolas, autopartes, carrocerías y semirremolques. En este marco, Acastello manifestó que “estos rubros, tanto agropartes como autopartes, son rubros de mucha importancia en la región, por lo cual la ciudad y la zona se vieron beneficiadas con la evolución”.

De acuerdo con la dirigente gremial, hay varios aspectos que generan preocupación en el sector.

Una de las problemáticas más destacadas es la de la rentabilidad. No todas las industrias pueden trasladar los aumentos constantes en los costos de las materias primas a sus precios finales, y terminan sacrificando utilidades que podrían destinarse a la inversión. “Si las inversiones bajan a futuro, esto sería una limitante en las capacidades de producción de las empresas”, señaló Acastello.

También preocupa la evolución del tipo de cambio respecto de la evolución de los costos industriales. “Este semestre los costos metalúrgicos se han incrementado más de un 30% y el tipo de cambio solo evolucionó en un 15%. Así, vamos a ser menos competitivos para exportar, lo que implicará un menor ingreso de divisas al país. De continuar con esta tendencia, en vez de exportar comenzaremos a importar productos, que van a terminar compitiendo con la industria nacional. Se logran los resultados inversos a los que se pretenden”.

Otra de las cuestiones que generan dificultades en el sector es la provisión de insumos, tanto importados como nacionales. En este sentido, la capacidad productiva de las distintas cadenas está siendo superada por la demanda.

La presidente de la CIMR resaltó la importancia que tiene la educación técnica en las perspectivas de la industria. “Es importante promover institutos como el ITEC, que han tenido un crecimiento muy importante en los últimos años en temáticas como mecatrónica, mantenimiento industrial e higiene y seguridad industrial. Son rubros con una gran demanda, lo que posibilita que los alumnos generen, a través de pasantías, las experiencias necesarias dentro de la especialidad que han elegido. Esto favorecería el desarrollo a futuro de mano de obra especializada y calificada”, puntualizó.