07 Mar 2019

Vislumbran un 2019 «mesurado» para el sector industrial de Rafaela

Además sostienen que el empleo en el sector se verá estancado, mientras que las importaciones pueden resultar una amenaza relevante para algunas empresas locales. 7 de cada 10 empresarios piensan que la economía empeoró en el 2018.

Se conocieron ayer los primeros datos del Observatorio Industrial de nuestra ciudad, impulsado por una iniciativa de la Secretaría de Desarrollo Económico, Innovación y Relaciones Internacionales de la Municipalidad para complementar el Censo Industrial que construye cada 6 años el Instituto de Capacitación y Estudios para el Desarrollo Local (ICEDEL).
El objetivo principal de este informe es medir periódica y sistemáticamente el nivel de actividad, las expectativas y otras variables relevantes del sector industrial de Rafaela, un nuevo instrumento que permitirá investigar la coyuntura del sector en distintos períodos, pero además generar estudios comparativos a fin de analizar la evolución en diversas categorías de análisis: empleo, ventas al mercado interno, exportaciones, expectativas, problemáticas, entre otras.
De este jugoso informe se desprenden muchos números, que confirman que la actividad industrial, tanto a nivel nacional como provincial, estuvo resentida durante todo el año pasado, donde los problemas han sido mayores a nivel general y sectorial, que en la realidad de cada empresa en particular.
En tanto, el empleo industrial se encuentra estancado y muchas empresas consideran sobredimensionada su estructura de personal actual. La industria realizó inversiones en 2018, aunque hay un serio problema para el acceso a financiamiento bancario.
Además, las importaciones pueden resultar una amenaza relevante para algunas empresas locales, mientras que la performance exportadora ha sido positiva, especialmente en el segundo semestre del año.

EXPECTATIVAS MESURADAS
Para este 2019, que ya lleva más de dos meses, los informes hablan de unas expectativas diezmadas, mesuradas, con un leve sesgo optimista. Los principales problemas manifestados por las empresas son la fuerte presión fiscal, los altos costos laborales, la caída de la rentabilidad y el aumento de los costos financieros, en este afán de analizar el desempeño económico de un conjunto de empresas representativas del sector manufacturero de la ciudad en el último cuatrimestre, y en relación al mismo cuatrimestre del año anterior.
De esta primera medición participaron en todo el proceso diferentes instituciones vinculadas al sector productivo de la ciudad: Cámara de Industriales Metalúrgicos del CCIRR, Comisión de Industrias del CCIRR, INTI Rafaela, Agencia para el Desarrollo ACDICAR. Se encuestaron 66 establecimientos industriales (pymes y grandes empresas), pertenecientes a 20 de los 22 sectores industriales con presencia en la ciudad. Las empresas encuestadas representan el 65,8% del empleo industrial total, y concentran el 69,9% de la facturación sectorial.

EVOLUCIÓN RECIENTE
El ingreso de la economía en una fase recesiva del ciclo económico ha tenido incidencia sobre el desempeño de las empresas de la ciudad. En consonancia con los datos relevados a nivel nacional, el 72,7% de las empresas encuestadas observaron que la economía nacional ha caído con fuerza durante el año 2018, una contracción que se trasladó a casi todas las ramas del entramado fabril. En es análisis, 7 de cada 10 empresarios de la ciudad piensan que la economía empeoró mucho o levemente en el 2018. Sólo un 19,7% piensa que la economía ha quedado estancada, y un 7,6% dice que mejoró levemente (gráfico).
Sin embargo, a pesar de que la mayoría de las empresas consideran que la situación económica de su sector de actividad ha empeorado durante los últimos 12 meses, estas dificultades no parecieran mostrar un correlato directo con lo que sucede puertas adentro de los establecimientos. En este sentido, las realidades particulares relevadas por el Observatorio muestran un escenario tripartito, en el que un grupo importante de industrias considera encontrarse mejor que hace un año (39,4%), casi la misma proporción han declarado haber empeorado su desempeño (37,9%), en tanto que elrestante 22,7% no ha transitado variaciones significativas interanuales.

EMPLEO INDUSTRIAL ESTANCADO
Los datos relevados en el Censo Industrial de la ciudad de Rafaela (ICEDeL, 2018), en su informe preliminar del mes de diciembre, dan cuenta que en los últimos años el empleo industrial se encuentra estancado. Así pues, el año 2017 fue testigo de un acontecimiento inédito para la ciudad de Rafaela: por primera vez hubo más personas trabajando en actividades comerciales que en el sector industrial.
En sintonía con los datos del Censo Industrial de Rafaela, dos de cada tres empresas relevadas en el Observatorio no han atravesado cambios en su planta de personal durante los últimos doce meses.
Si bien esta situación aleja, al menos por el momento, cualquier hipótesis de crisis de empleo, la proyección a futuro despierta algunos interrogantes. En primer lugar, puesto que casi un tercio de las empresas encuestadas considera que su estructura de personal actual es mayor a la necesaria. Por otro lado, por la amenaza que produce la invariabilidad en los niveles de ocupación industrial sobre los problemas de empleo local, en una ciudad donde anualmente se vuelcan más de 2.000 personas adicionales a la fuerza de trabajo.

PRINCIPALES PROBLEMAS DEL EMPRESARIADO LOCAL

Al momento de listar las principales dificultades que atraviesa el empresariado rafaelino, sobresalen los problemas asociados a la elevada presión impositiva, los altos costos laborales y la merma en la rentabilidad, ocasionada por el efecto combinado de una caída en las ventas al mercado interno y la suba incesante de los niveles de precios. También han sido referenciados con preocupación los problemas que generan los aumentos de los cuadros tarifarios y la desconfianza que produce la excesiva incertidumbre cambiaria.
Se trata principalmente de restricciones externas a las firmas, cuyo impacto se manifiesta de manera directa sobre las posibilidades de crecimiento de las unidades económicas de la ciudad.
Desde una perspectiva opuesta, las menores preocupaciones se agrupan en un bloque de inconvenientes asociados a la gestión de las organizaciones, tales como la rotación del personal, el insuficiente uso de la capacidad instalada y los problemas de gerenciamiento interno.