11 Ago 2025

Cierre de PyME’s industriales: la crisis del sector y su impacto en Rafaela

Por Nicolás Bordón- La filtración de datos del próximo informe del Ministerio de Economía sobre el ecosistema PyME’s, encendió las alarmas en todo el universo industrial al reflejar que 13.000 pequeñas y medianas empresas, cerraron sus puertas durante 2024. De todas ellas, 5.200 pertenecían al rubro industrial. En Rafaela, ciudad con una matriz industrial consolidada y fuertemente orientada al abastecimiento del mercado interno y la exportación, el dato nacional encuentra ecos cercanos. Si bien el entramado local resiste, el clima de incertidumbre, la retracción del consumo y la reciente volatilidad del mercado cambiario, ponen en jaque la capacidad de sostener plantas activas, generar empleo y planificar a futuro.

Industria, empleo y comunidad: un triángulo en riesgo

Desde la sociología económica, el argentino Alejandro Rofman en «La economía regional argentina» (2001), advertía que la pequeña y mediana empresa (en especial la industrial) es el soporte más genuino del desarrollo regional: genera empleo local, provee insumos a otras industrias y tiende a reinvertir sus ganancias en el mismo territorio que la vio nacer.

Por su parte, Saskia Sassen, en su trabajo sobre economías urbanas titulado «Una sociología de la globalización» (2007), sostiene que el debilitamiento del sistema PyME’s no sólo erosiona el tejido productivo, sino que también afecta la cohesión social, ya que estas empresas cumplen un rol fundamental como espacios de arraigo laboral y construcción de comunidad. Una ciudad como Rafaela, sabe muy bien de este tipo de construcción comunitaria por su larga tradición de familias de trabajo; que a lo largo de su historia, han contribuido a la definición de su identidad productiva.

El cierre de empresas de este tipo no sólo implica pérdida de puestos de trabajo, sino también una amenaza al circuito que le da valor agregado a la materia prima, posibilitando tanto el abastecimiento del mercado interno como la exportación con mejores condiciones. En tiempos de primarización creciente, defender la industria no es una consigna ideológica, sino una necesidad estratégica.

La situación en Rafaela

En contraste con el panorama nacional, Rafaela muestra una tasa de actividad laboral en niveles récord, impulsada por la retracción del poder adquisitivo de los salarios, que empuja a más personas a buscar más empleo. Sin embargo, este dinamismo no se traduce en mayor inclusión debido a que la desocupación abierta creció en el último año, con aproximadamente 450 nuevos desocupados; lo que eleva a más de 4.000 las personas sin trabajo en la ciudad.

En relación al impacto de esta situación macroeconómica en la ciudad, Acastello sostuvo: «Las mediciones que estamos viendo de la economía de los últimos meses no son alentadoras. Si bien hay sectores con buenos índices de actividad, a nivel global se está notando un marcado estancamiento que en mi opinión, se va a acentuar.

Si bien Rafaela no es ajena a esa realidad, no tenemos información hasta el momento sobre cierres de industrias ni suspensiones generalizadas, más allá de los casos que se conocen públicamente en otros sectores. No obstante, la situación es por demás preocupante: la feroz competencia a la que está expuesta la industria no se podrá sobrellevar mucho tiempo. En las últimas semanas se produjo además una importante suba de tasas de interés que agravan más la situación y que si no se corrige a la brevedad va a tener un impacto muy negativo sobre el consumo y el empleo.

El industrial no quiere subsidios pero necesita condiciones de igualdad con el mundo para poder competir. Sin duda el ordenamiento de la macroeconomía es importante y necesario, pero si no atendemos la micro el entramado productivo se va a desintegrar.

Hoy son fundamentales las reformas estructurales: modernización y flexibilización de las leyes laborales, simplificación del sistema impositivo y drástica disminución de la carga fiscal».

Por otro lado, en relación a las acciones que el sector público ha llevado adelante en los últimos meses, y lo que esperan desde el sector, Acastello expresó: «No vemos medidas que impacten positivamente sobre la industria, sino por el contrario todo pareciera estar favoreciendo las importaciones en desmedro de la producción nacional (disminución de aranceles a productos finales, ingreso de maquinaria usada, entre otras medidas). La reciente aceleración del dólar fue un factor que mejoró parcialmente la situación de los productos locales (dependiendo de su efecto en los niveles de precios internos) y a su vez mejoró la competitividad de las exportaciones. Deberían sumarse más incentivos como por ejemplo la eliminación total de retenciones, que atenta directamente contra el objetivo del gobierno de incrementar reservas. Otro flagelo que preocupa y afecta a la industria es el alto grado de informalidad de la economía, el comercio desleal y el contrabando. Es una realidad que si se lograra corregir disminuiría significativamente la carga impositiva sobre la economía formal».

Por último, a modo de cierre, Acastello planteó cuáles serían las condiciones que contribuirían al fortalecimiento del sector en este contexto «Necesitamos líneas de financiamiento a tasas competitivas, actualización laboral, baja de la carga impositiva, incentivo a las exportaciones, estabilidad jurídica, desarrollo e infraestructura (rutas, puertos, energía, conectividad). Todas ellas, son algunas de las grandes deudas de la clase política hacia la sociedad. Sin duda, la drástica disminución de la inflación, la regularización casi total del mercado cambiario, el equilibrio fiscal, no son logros menores, pero el entramado industrial requiere la atención urgente del Gobierno. Rafaela hoy, como lo hizo históricamente, trabaja en constante comunicación con autoridades en todos los estamentos gubernamentales, y nos encontramos ante la imperiosa necesidad de que nuestras demandas tengan respuestas efectivas, sólo queremos hacer lo que aprendimos de nuestros padres y abuelos: agregar valor y generar empleo».

Fuente: Castellanos